Eso de los modelos familiares es todo un rollo.
El chico llega al mundo como un papel en blanco y el padre, aunque no sepa ni jota de literatura ni sea un García Márquez , tiene que llenar ese espacio con principios morales, con valores y con toda esa parafernalia espiritual propicia para librar al párvulo de las simas oscuras del barranco.
Antiguamente la cosa funcionaba al natural. Los padres criaban a su prole tal como los criaron a ellos y ya está. O resultaban iguales al progenitor y por tanto excelentes chicos, o derivaban a sus propias individualidades y se corregía el rebelde a punta de porrazos.
Con el correr de los años la cosa vino a complicarse.
En 1849, nace en Rjasan, a 200 kilómetros al sureste de Moscú, Iván P. Pavlov, quien resultó, además de ruso, brillante. Para 1891, después de estudiar y observar el proceso de salivación de cuanto perro se le atravesara en el camino, establece una diferencia entre los reflejos condicionados y los no condicionados. Y condena desde entonces a la humanidad a vivir bajo el látigo de la ciencia del comportamiento: te crías entre monos y resultas Tarzán o te crías bajo el modelo paterno y resultas peor que los monos.
En definitiva: necesitamos de un modelo que imitar.
El principio es ineluctable. De ahí que pululen semejante sarta de gurúes. Los hay en mercadeo, en administración, en superación personal, en publicidad ( muy bien publicitados ) y en cualquier actividad que nos brille en la mollera.
En esto del humorismo gráfico o escrito los hay a tutiplén. Si queremos aprender lo que es caricatura hemos de tomar a Wilfi, Vic , Delmiro y al tal Rac y llevarlos donde alguien que sepa porque ellos también lo ignoran.
Si es el humorismo escrito, entonces otro gallo es el que canta, porque abundan los modelos dignos de imitar: Jardiel Poncela, Camba, Iglesias- pero no el cantante que lo único que escribe son cheques -, y Daniel Samper Pizano, quien despues de reconciliarse con el hermanito que se jala - y ésto es una primicia- será nombrado Payaso Insigne de las Letras en el Congreso Universal del Humorismo próximo a celebrarse en la cosmopolita ciudad de Aguadulce.
Daniel Samper Pizano es un colombiano íntegro- ¡qué los hay a pesar de los malos comentarios en el resto del mundo!, y cuya única mácula es que, al igual que Abel, tiene seis millones de razones para renegar de su hermano. Sin embargo, los intereses de la sangre pesan más que las razones y el pobre hombre carga con su costal- a su hermano me refiero- Con todo ello es jocoso, como la gran masa de sus paisanos, y a falta de talentos ha tenido que dedicarse al periodismo humorístico para sobrevivir.
"Hasta hace algunas décadas- señala en su artículo El origen de la Tierra- los evolucionistas eran atacados a pedradas cuando sostenían que el hombre provenía del mono.Generalmente las primeras pedradas las lanzaban los monos."
"¿Será la Tierra producto de la chispa creadora de un Ser Supremo?- se pregunta - Si es así, ¿en qué lamentable cortocircuito se encendió la chispa?."
Y, en un alarde de erudición, nos aclara en Cien años con los brazos en alto que "Por andar conmemorando efemérides menos importantes, como los 450 años de Bogotá, los 25 de la muerte de Kennedy o los 20 de la invasión de Checoslovaquia, el año 1988 se nos pasó sin haber festejado el principal aniversario terminado en 88. Me refiero al centenario del desodorante, que resulta mucho más trascendental para quienes trabajamos en recintos cerrados que las hazañas fundadoras de Jiménez de Quezada, el disparo de Oswald o la excursión de los tanques soviéticos a Praga." "Al comienzo- nos ilustra- se trataba de un producto esencialmente femenino. La axila pestilente y virgen se consideraba buena cosa de varones."
"Un hotel de raza como el Ritz, que es el mejor de España-escribe en Aventuras de un hijo de perra- no tiene complejos que le impidan recibir perros. La mayoría de los hoteles que no lo hacen es porque los aqueja el fundado temor de alojar un perro más fino que el establecimiento."
"- Señorita, Pachulí no es un simple perro. Es un superdotado. Ha sido jurado tres veces en el Festival de Canes."
En Elogio de la cama nos hace saber que "...cuando apareció la cama, muchos pueblos la asumieron como mueble múltiple. Ahí se comía, se dormía y hasta se atendía la voluntad divina del 'creced y multiplicaos'".
" En general, la madurez de una urbe como ciudad esta relacionada con el tipo de servicios que preste a los animales, no a los humanos.- escribe en La ciudad y los canes- ¿Atienden los bomberos las llamadas telefónicas del niño cuyo gato escapó a un árbol? ¿Acude la policía a rescatar un canario errante que se atoró en la rejilla del aire acondicionado? ¿Participa el alcalde en el desfile del animal humilde? Y, si participa, ¿lo hace en calidad de lo primero o lo segundo?"
Y, en un remate de humor negro, nos hace sonreír cuando en Safari al costado oculto de Julio Iglesias sugiere que " Tal vez lo más aconsejable sea destruir para siempre el tabú. La ONU, el Instituto Geofísico de los Andes o el profesor Jacques Cousteau deberían promover una expedición al lado oculto de Julio Iglesias.Sería un safari bien equipado, con sabuesos cazadores, armas de perdigón e instrumentos científicos. De él formarían parte solamente voluntarios de demostrado coraje: uno no sabe lo que les espera de la ceja para arriba. A lo mejor encuentran maravillas. A lo mejor se topan con inesperadas sorpresas. No descarto la posibilidad, incluso, de que descubran en la parte superior vestigios de algún antiguo cerebro ya extinguido."
Definitivamente es para creer en la Providencia Divina. Hay gurúes. Y, aunque apachurrados por el peso de hermanos sospechosos, por lo menos resultan graciosos. Aún más allá del Tapón del Darién.
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